jueves, 8 de marzo de 2012

El jardín del Eden y los árboles

Dios plantó un jardín enorme con árboles hermosos y frutas buenas para comer. El jardín se llamaba Gan Eden, y en él había ríos y toda clase de plantas y animales. Los árboles siempre tenían hojas, nunca se hacían viejos y sus frutas eran deliciosas. Dicen que las frutas del Gan Eden son tan buenas, que con solo probarlas se quita cualquier tristeza.

Plantó en el centro del jardín dos árboles muy importantes, el Árbol del Saber y el Árbol de la vida. Dios puso a Adam en el jardín para que lo disfrutara y lo cuidara y le permitió comer de todas las plantas que ahí crecían, pero le dijo: “del Arbol de la Sabiduría no comas, porque si lo haces morirás”. Cuando Adam le habló a Eva sobre esto, para evitar que a Eva o a él se les antojaran las frutas del árbol, Adam dijo que no solo estaba prohibido comer, sino que ni siquiera debían tocarlo (aún cuando Dios solo había dicho que no comieran su fruta). Ahora verás lo que puede pasar cuando uno es demasiado estricto como fue Adam en su momento.

Cuando Eva andaba paseando por el Gan, se acercó a ella la serpiente, que en ese tiempo no se arrastraba por la tierra como hace ahora, sino que tenía patas, y le dijo:

-“¿Así que Dios les dijo que no comieran de todos los árboles del jardín?”

Eva le contestó

-No es así, podemos comer de todos los árboles, menos de aquel que está en el centro del jardín

La serpiente le dijo entonces:

-Mira, si comes de ese árbol vas a tener grande poderes, vas a poder crear mundos y revivir a los muertos. Dios adquirió ese poder porque comió del árbol. Les prohibió comer de él porque no quiere que tengan sus mismos poderes. Además, no te vas a morir, mira:- Y en ese momento empujó a Eva contra el árbol para que lo tocara- “Ya ves no te moriste”.

A Eva no le pasó nada porque, como habíamos dicho, Dios solo había dicho que no comieran del árbol. Pera Eva no sabía esto, ya que Adam, por exagerar en el cuidado, le había indicado no tocarlo tampoco. Así que, al ver que no se moría, y que Dios no le había hablado directamente a ella, sino a Adam, pensó que la serpiente tenía razón. Viendo que la fruta tenía un aspecto delicioso, Eva decidió probarla. Al momento de comerla vio al ángel de la muerte y pensó que iba a morir ahí mismo. Temió entonces que, después de su muerte, Dios le diera a Adam otra mujer para casarse con ella. Tuvo entonces unos celos terribles y le dio la fruta a Adam, ya que prefería que murieran juntos a verlo casado con otra mujer. Adam también probó la fruta, y después de eso, ambos se dieron cuenta que estaban desnudos y por primera vez tuvieron vergüenza. Tomaron hojas de un árbol y se cubrieron con ellas.

De repente, Adam y Eva escucharon la voz de Dios que se movía junto con el viento y se escondieron. Dios llamó a Adam y le dijo:

-¿Dónde estás?

Y Adam contestó:

-Oí tu voz y me dio miedo porque estaba desnudo, así que me escondí.

Dios le dijo entonces:

-¿Cómo es que de repente te avergüenzas de estar desnudo? Acaso comiste del árbol que te dije que no comieras?

Y adam contestó:

-La mujer que me diste para estar conmigo, ella me dio del árbol y comí.

Eso estuvo muy mal. Adam no aceptó la responsabilidad de lo que había hecho culpando a Eva. Dios le preguntó entonces a Eva:

-¿Qué es lo que has hecho?

Y la mujer respondió:

-La serpiente me provocó y comí.

Ella tampoco aceptó su responsabilidad y culpó a la serpiente.

Dios le dijo a los tres lo que les sucedería en adelante: a la serpiente le dijo:

-Te arrastrarás todos los días de tu vida, y vas a ser enemiga de la mujer y sus descendientes (los humanos). Ellos te aplastarán la cabeza cuando te vean y tú les morderás el talón.

A la mujer le dijo:

-Te dolerá tener hijos.

Y a Adam le dijo:

- Te va a costar mucho trabajo producir comida.

Después de eso, Dios le dio a Adam y Eva ropas de piel, los expulsó del Gan Eden, y puso a unos ángeles y a una espada ardiente que daba vueltas a cuidarlo para impedir la entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario