En el quinto día, Dios creó a los peces mezclando fuego y agua. Creó muchísimos peces de todas formas y colores, pero el pez más impresionante de todos se llama Leviatán. Es tan grande que cuando tiene sed se toma toda el agua que llega al mar desde el río Jordán. Su piel y sus ojos brillan con una luz más fuerte que la del sol y a veces el mar se ilumina con ellos. Leviatán es tan bonito que Dios se entretiene mirándolo. Leviatán es tan fuerte y grande, que el único animal que puede controlarlo es un pececito muy pequeño al que Leviatán le tiene muchísimo miedo.
Los cuentos que incluyo en este blog aparecen esparcidos entre los libros de la tradición oral judía y tienen como base el relato del pentateuco. Según Maimónides, estas historias ("midrashim", en hebreo), no deben ser entendidas en un sentido literal, y sin embargo, son verdaderas en el sentido de que en ellas se reflejan normas fundamentales de la vida o del cosmos.Los cuentos completos aparecen en el libro "Midrashim: antiguas historias sobre el origen del mundo y el pueblo de Israel".
jueves, 8 de marzo de 2012
El quinto día, los peces
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